Cuando se monta Alpha en la parroquia todo el mundo empieza muy motivado, pero a menudo se cometen errores típicos que te llevan al fracaso.
El padre James Mallon, párroco de Saint Benedict en la Arquidiócesis de Halifax, Canadá, y Ron Huntley, su director del Consejo Pastoral, nos cuentan cuales son y cómo evitar estos errores.
1) No preparar comida y pasar rápidamente a las charlas
La comida es lo primero que la gente intenta dejar de lado porque requiere esfuerzo.
«Cuando las personas se juntan a comer con desconocidos durante 10 semanas seguidas, se acaban haciendo amigos», afirma Ron.
Alpha no solo se trata de aprender, sino también de crear relaciones y pertenecer a una comunidad. Se crean relaciones en las comidas y se forjan amistades para toda la vida. «Al hacer amistades y crear un clima de confianza, la gente se abre más al contenido de las charlas, y este influirá en sus vidas y las cambiará», añade el padre James.
2) No hacer el fin de semana Alpha
Hoy en día todo el mundo está tan ocupado que algunas parroquias optan por no hacer el fin de semana Alpha para que todo sea más sencillo.
El fin de semana Alpha se centra en el Espíritu Santo y abarca casi un tercio del curso. «Cuando doy conferencias y charlo con personas que han tenido experiencias fuertes, el noventa por ciento de esos testimonios se originan en el fin de semana Alpha. Aquí es donde todo cobra sentido y donde la gente tiene la experiencia del amor de Dios», apunta el Padre James.
3) No darle importancia a la oración
La oración ha de ser verdadera. Como líderes y ayudantes, hemos de ser conscientes que no podemos cambiar nuestras vidas solamente con nuestra voluntad. Necesitamos orar y pedir a los que dirigen el curso que recen durante y después del curso. Si se hace Alpha en una parroquia, echa mano de los grupos de oración parroquiales.
«Nuestro grupo de oración ora por los invitados incluso antes de conocerlos», nos cuenta Ron. «Siempre pedimos a los anfitriones y ayudantes que vengan treinta minutos antes para, en quince minutos, contarles de qué va sesión del día y para orar»
4) Dar catequesis en los grupos pequeños
¡En los grupos pequeños no se da catequesis!
Para algunos puede resultar difícil no contestar todas las preguntas, pero nosotros solo debemos animar un debate.
Los grupos pequeños sirven para que los invitados se hagan preguntas y compartan sus opiniones.
Se recomienda que cada grupo pequeño (entre ocho y diez personas) tenga dos anfitriones y dos ayudantes. Los anfitriones han de fomentar la conversación.
5) Ir al grano, no hacer bromas y empezar directamente.
A la gente le aburre «la intensidad». La alegría permite a la gente crecer en la fe.
No deberíamos hablar de religión durante la cena o no hacer bromas.
«Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido (Juan 15:11).
«La alegría es una parte fundamental de la vida cristiana», explica el padre James. «¡Lo que intentamos hacer en Alpha es pasarlo en grande!»
6) Hablar de cosas de Iglesia
Las palabras son importantes. Habla con sencillez, no des por sentado que todos son cristianos o que conocen el cristianismo lo suficiente. La gente no volverá si no se entera ni puede unirse a las conversaciones.
El objetivo de Alpha es que la gente se acerque a Jesús. «Hagamos que la gente cree una relación con Él. Una vez hecho esto y habiendo vivido una experiencia de conversión, surge la pregunta de qué hacer después. No forcemos las cosas ni pretendamos hacer un milagro en diez semanas», defiende el padre James.
7) Escoger lideres de mesa que creen que merecen serlo.
Alpha es una herramienta de evangelización destinada principalmente a quienes están alejados de la Iglesia. Por eso es de suma importancia escoger lideres de mesa con carisma, simpáticos y que conecten con la gente. No hace falta nada mas.
A la hora de escoger lideres, el Padre James aconseja escoger «a alguien que sea compasivo, amable, paciente, gracioso y moderado. En la Evangelii Gaudium, el Papa Francisco afirma que hoy en día la evangelización ha de ser comprensiva, y esta implica escuchar. Esta capacidad de escucha y comprensión es lo que buscamos en un anfitrión».
8) Formar un equipo y que este sea siempre el mismo.
«A veces en Alpha nos centramos tanto en los invitados que nos olvidamos de la necesidad de formar líderes. Alpha también se trata de crear líderes», añade Ron.
Alpha es como un río, y para que su agua no se estanque necesita estar siempre en movimiento. Esto es esencial para posibles anfitriones. El objetivo es conocer a la gente, entrenarla y destinarla a otros ministerios o empezar un curso Alpha en otros entornos.
«No estamos organizando un simple curso, estamos cambiando una cultura. Son dos cosas muy diferentes. Estamos formando a la gente, proporcionándole herramientas y ayudándola a encontrarse con Cristo», apunta Ron.
9) Cantar canciones difíciles
La buena música es esencial. Queremos que la gente aprenda a adorar a Dios. La adoración, para los invitados, puede resultar extraña y mas aún si se hace con música, pero es el momento ideal para que ellos lleguen a sentirse integrados. Todo el mundo escucha música y a todo el mundo le gusta. Hay que utilizar la música adecuada para que la gente se integre en el ambiente.
Elige una canción que la gente que no sea de Iglesia conozca para las primeras dos semanas. Esta música puede estar durante las cenas como música de ambiente. Según vayan pasando las semanas puedes ir mezclando estas canciones con canciones de la alabanza (canciones de grupos como Hillsong, Worship Central, Jaz Jacob…). Añade canciones con el paso del tiempo, pero tampoco metas una canción nueva cada semana y procura repetir al menos una de la semana anterior.
Todo esto servirá para que los invitados conozcan estas canciones para el finde semana Alpha.
10) No saber qué hacer después de Alpha
Tienes que planear qué hacer después de Alpha. Si eres lider de mesa en Alpha, tendrás la esperanza en que la gente se abra a una relación con Jesús, por lo que has de garantizar la continuidad de su camino de fe. Mantener el contacto con las personas es muy importante. Invítalas a ayudar en Alpha y plantéate hacer grupos de seguimiento como los Grupos de Conexión.
Los grupos de conexión suelen ser de veinte o treinta personas que quedan para crecer personalmente. Quedan cada una o dos semanas para seguir formándose en el discipulado, las enseñanzas de la iglesia, el ministerio, y lo que es más importante: la amistad y la comunidad.
«Lo primero es asegurarse de que la gente siga reuniéndose en grupos pequeños o medianos y en comunidades en las que tengan amistades. Una vez que entras en esta dinámica, ya sabes lo que pasa. Esto no es una carrera de velocidad, sino una carrera de fondo», concluye Ron.