Mi nombre es Nadia Escobares, tengo 28 años y vivo en Córdoba Argentina.
Un día entré a Facebook y vi que una ex compañera de trabajo publicó algo que hablaba de Alpha, lo cual nunca había escuchado hablar y me llamó la atención porque iba dirigido a chicas de mi edad ¡y encima gratis! Además, recuerdo que decía «ven a hacer amigas». Ese mismo día les escribí y les pregunté de qué se trataba.
Yo sabía que se realizaba en una iglesia y eso no me gustaba, ya que mi experiencia de iglesia no ha sido la mejor… sabía que Dios existía y creía en él, pero no en la iglesia.
Y así fue como llegué a Alpha, recuerdo que en mi grupo éramos todas muy diferentes. Mi primera impresión fue ‘bueno, ya estoy aquí, es gratis y si no me gusta vuelvo a mi casa y no vengo más’.
Pero eso solo me pasó los primeros 15 minutos, después comenzamos a hablar sobre cosas muy profundas y me sentí libre a la hora de expresar mis ideas y opiniones.
Ese día vimos un video y me emocioné hasta llorar, obviamente me las sequé porque me daba mucha vergüenza. Fue ahí cuando supe que quería ser amiga de esta gente y que iba a volver.
A medida que iban pasando las sesiones nuestra relación a nivel del grupo fue creciendo y cada día estaba más cómoda. Cada semana quería que fuera jueves para volver a compartir ese momento con ellas.
Llegó el momento del retiro donde era todo un fin de semana y no quería ir, no me gustaba la idea hasta que algo adentro mí me dijo ‘andá que te va a encantar’.
No solo me encantó sino que ese domingo por la mañana sentí una sensación que nunca había sentido en toda mi vida.
Sentí que alguien me abrazaba tan fuerte y con tanto amor, un amor que nunca había conocido. A partir de ese día le pedí a Dios que nunca más me deje soltarle la mano.
Hoy asisto a una comunidad cristiana y puedo tener una relación auténtica con Dios. Encontré en Él, el amor más puro, ese que nunca te deja sola, Dios está cada día conmigo y lo puedo disfrutar y sentir.